No me digan
que no me digan si se me nota
el peso en los ojos
pies de plomo
andrajosa
un yunque en la garganta
el pulso que tiembla
quebrada
la fisura en la espalda
la cicatriz del pecho
los huecos en la piel
que visto ropa que no es mía
y cargo con una culpa que no me pertenece
y esta montaña de libros que quedaron sin techo
que me quiero ir a Marte
en el primer vuelo y sin escalas
no quiero saber si se me nota
las costillas a flor de piel
la lágrima viva
la carne en llamas
desarmada
dígame, señor,
usted que me tiene ahora tan cerca
en este ascensor diminuto
dígame
¿se me nota?
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